Contrapartida Pontificia Universidad Javeriana
De Computationis Jure Opiniones
Número 2100, Mayo 30 de 2016

Es que para la mayoría de los directivos de las empresas pequeñas y medianas NIIF-PYMES ( que en Colombia representan al menos el 95% del entramado productor del país y al menos el 70% del empleo nacional) esto no es más que un lio que tendrán que resolver los contadores.

El concepto de mayor trasparencia en la información financiera, uno de los principales objetivos del estándar, no ha calado dentro de los pequeños empresarios, tal vez porque lo consideran como una alerta temprana para el aumento de los impuestos en el futuro, todo ello, pese a que la Dian, los ministerios, las superintendencias y la academia han reiterado que la parte tributaria es independiente de lo solicitado en la norma internacional de información financiera para pymes.

La mayoría de estos empresarios que durante tantos años han considerado la contabilidad solo como el instrumento para la determinación y el pago de los impuestos, no pueden concebir que las NIIF puedan llevar a obtener información que genere valor agregado; incentivados por el actuar de algunos contadores que solo les preocupa las declaraciones de renta, el IVA, las retenciones, el Ica y otras tantas obligaciones fiscales y deberes tributarios, olvidando por completo la riqueza de la información financiera que se deriva del análisis de los estados financieros elaborados con bases sólidas y ciertas que permiten examinar la efectividad de la estrategia empresarial utilizada.

No podemos pasar por alto que por muy pequeña que sea la empresa, está siempre tendrá una estrategia que seguir- escrita o no- y que la mejor manera de realizar su seguimiento es mediante el análisis de los resultados, el estado de la situación financiera y los flujos de efectivo.

Además, muchos colegas han reducido la implementación de la NIIF para pymes a copiar los documentos que contienen las políticas contables de otras compañías, desconociendo por completo que esas políticas tienen que estar acordes con la estrategia empresarial propia y sus objetivos a largo plazo, y a cambiar los nombres de las cuentas contables por los utilizados en la taxonomía que se baja de Google, con el fin de evitar su capacitación en NIIF o evitar el pago de los honorarios a los consultores.

Es claro, que el costo de la preparación de la información financiera de calidad se incrementará, si se compara con el costo actual de la mayoría de los servicios contables dirigidos a estas compañías que se cotizan a precios reducidos, por no decir paupérrimos, situación que debe cambiar dado que la aplicación de las NIIF requiere de capacitación permanente y un nivel profesional alto, precio que tendrán que asumir los empresarios si es que se quiere información financiera de calidad, que les permita tener empresas competitivas y exitosas. ¡Enorme reto!

Fernando Borda Suarez

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