El comercio, los restaurantes y hoteles se volvieron los motores del crecimiento del empleo para trabajadores que viven en el campo, mientras en las actividades del agro se siguen perdiendo puestos.

En el trimestre de marzo a mayo, el primer grupo generó 60.000 nuevos puestos para estos trabajadores, en comparación con el mismo lapso del 2012, mientras que se perdían 158.000 en agricultura, pesca, ganadería, caza y silvicultura, según la información del Dane.
 

Estos trabajadores del sector agropecuario que quedaron cesantes, sumados a los 38.000 que corrieron la misma suerte en la industria manufacturera, contrarrestaron con creces los aumentos en el transporte, almacenamiento y comunicaciones, la explotación de minas y canteras y el comercio, los restaurantes y los hoteles.
 

Como es evidente, el campo –o resto, como lo llama el Dane para diferenciarlo de las cabeceras municipales–, que incluye pequeños centros poblados con vocación rural, no es solo agricultura y ganadería, sino que allí hay otras actividades que responden, en términos generales, a la dinámica de la economía en general y la que registran en las pequeñas, medianas y grandes ciudades.
 

El sector agropecuario, por diferentes motivos, ha venido enfrentando dificultades de tiempo atrás, y productores como los de café, papa, arroz y cacao han salido a los pueblos y carreteras a protestar por la que consideran grave situación.
 

Incluso, algunos dirigentes del agro aseguran que las importaciones de productos del sector, por los tratados de libre comercio, los están golpeando.
 

Así, no es de extrañar que la agricultura pierda brillo y que ahora no sea el principal motor de oportunidades de empleo para trabajadores que viven en el campo.
 

Allí, en la ruralidad, también se refleja el hecho –que destaca el experto en mercado laboral Juan Carlos Guataquí, de la Universidad del Rosario– de que los servicios desde hace mucho tiempo se convirtieran en el sector más dinámico de la economía. Tal es el caso de comercio, restaurantes y hoteles.
 

Ese grupo, cuyos establecimientos están en zonas típicamente rurales y en el que los trabajadores que viven en el resto se desplazan hasta las cabeceras municipales para laborar en ellos, está acogiendo mano de obra, lo que se observa en el crecimiento anual de 61.000 puestos de trabajo entre marzo y mayo.
 

Sobre el comportamiento del comercio, Jorge Bustamente, director del Dane, comentó que el sector en todo el país se ha movilizado con toneladas de publicidad y descuentos, lo que impacta positivamente la ocupación.
 

ACTIVIDADES QUE SE MUEVEN
 

El turismo interno, principalmente el de época de vacaciones o de puentes festivos, alimenta la ocupación hotelera, la demanda de restaurantes y, por supuesto, del comercio, lo que, a su vez, genera puestos de trabajo y estimula la compra de otros servicios temporales y permanentes.
 

Igual puede afirmarse de las actividades inmobiliarias, de transporte, almacenamiento y comunicaciones y del suministro de electricidad, gas y agua, que en el trimestre mencionado incrementaron el número de trabajadores.
 

Jorge Correa C.
 

Redacción de Economía y Negocios

Tomado de:portafolio.co