La informalidad, que alcanza a más de la mitad de los trabajadores, hace que Colombia ya está experimentando una especie de ‘envejecimiento’ que pone al país en los mismos niveles de naciones como Japón.

Esto no es necesariamente que, como en las economías desarrolladas, la población de la tercera edad esté aumentando más rápido que los jóvenes. De hecho, hay una cantidad significativa de adultos en relación con los ancianos. Datos de Asofondos señalan que por cada mayor de 65 años hay 10 personas en edad de trabajar.
 

El problema está en que no todos están aportando para pensionarse, principalmente porque tienen empleos informales.
 

En ese sentido, hay solamente dos trabajadores formales (que cotizan a seguridad social) por cada adulto mayor.
 

Para dar una idea, en Japón, donde las altas tasas de envejecimiento ya generan grandes inquietudes, la tasa es de 3,8 personas por cada anciano.
 

Incluso en España, país con un número de habitantes similar a Colombia, hay 16 millones de personas cotizando, mientras que aquí son menos de 7 millones. Y los aportes son mayores. La tasa de cotización en el país ibérico es del 28 por ciento, más del doble que en Colombia.
 

Así, hay 5,4 millones de españoles pensionados, pero solo 1,5 millones de colombianos cuentan con una mesada.
 

El presidente de Asofondos, Santiago Montenegro, dijo que esto es una muestra de que Colombia no está aprovechando el bono demográfico, es decir, la gran cantidad de personas que están en edad de trabajar.
 

“La mayor parte de los jóvenes no se está educando, y tampoco ahorrando o cotizando para pensión, entonces cuando lleguen a adultos mayores no tendrán cómo cubrir los riesgos de la vejez”, dice.
 

Montenegro añade que el país no está acumulando reservas que sirvan como base para el sistema de seguridad social, e insiste en que es crítico que Colombia llegue a una etapa de envejecimiento con bajos niveles de desarrollo y de ingreso per cápita.
 

Justamente, Anif advierte que la situación del sistema pensional es más grave de lo que se pensaba. Sergio Clavijo, presidente del centro de estudios, señala que el faltante de recursos equivale al 144 del PIB del país.
 

EL PAÍS ESTÁ A TIEMPO DE REVERTIR LA SITUACIÓN
 

Ante la situación, Asofondos tiene dos propuestas para reducir la informalidad. Una es la creación de un indicador que crezca anualmente con la productividad, y que aplique para todos los salarios formales. Entre tanto, para los nuevos trabajadores que devenguen un mínimo, el salario debe ajustarse solo con la inflación anual.
 

La otra es ampliar la brecha entre la remuneración mínima y el salario medio.
 

Por su parte, Olga Lucía Acosta, asesora de la Cepal en Colombia, señala que el país debe invertir más en la juventud y definir políticas diferenciadas para distintos segmentos de población: jóvenes, mujeres, habitantes rurales o urbanos.
 

Precisamente, señala que los sistemas pensionales deben diseñar mecanismos especiales de cotización para la población rural, cuyos esquemas de ingreso son diferentes.

Tomado de:portafolio.co