La cifra es preocupante si se tiene en cuenta que las microempresas, aquellas con 10 o menos empleados, representan más de 96% de las unidades económicas del país. Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares del Dane, en 2012, 60% de los ocupados de las 13 principales ciudades de Colombia trabajaba en microempresas o como cuenta propia. La pequeña empresa concentraba 10,3% de la ocupación total; la mediana, que tiene entre 51 y 100 empleados, representaba 3,2%, y la gran empresa, el 26,5%.

La informalidad laboral es uno de los fenómenos más persistentes, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En la Región llega a casi 47% del mercado laboral y en Colombia a 54,5%. Los microempresarios son los más golpeados. Su tasa de empleo informal es más de cuatro veces la observada en empresas de más de 10 trabajadores.

Estas personas son quienes están expuestas a condiciones de trabajo inseguras. Además, sus ingresos suelen ser irregulares y más bajos frente a los formales.



De pequeñas a medianas

Durante la 18ª Reunión Regional Americana, realizada entre el 13 y 16 de octubre, gobiernos, empresarios y trabajadores analizaron estrategias para combatir la informalidad. Y aunque no hay recetas únicas, se plantearon debates que sirven de insumos.

José Manuel Salazar, subdirector General de Políticas de la OIT, explicó que una de las políticas fuertemente recomendadas es que la Región fortalezca más las empresas medianas, ya que estas tienden a ser más productivas. Algunas de las estrategias son los incentivos tributarios. “Las reformas son positivas. Los esquemas de simplificar tributos van a invitar a que más empresas se formalicen y si lo hacen los beneficios son más grandes. Por ejemplo, serán sujetos de crédito”.

Pero la situación no es fácil y los desafíos, enormes. Los empresarios tienen que enfrentar muchos trámites, altas tasas de créditos y, sobre todo, un difícil entramado tributario. El Doing Business, reporte que mide la facilidad de hacer negocios, revela que uno de los mayores obstáculos para las pyme es el pago de tributos.

De acuerdo con un análisis de la Organización, “Colombia es un país rico en iniciativas legislativas para la promoción de las mipyme”. Y aunque los esfuerzos son abundantes, en algunos aspectos son débiles. Si se quiere mayor formalidad se debe apuntar a más tecnología e innovación, pero la OIT critica que la entidad encargada de esto, Colciencias, “no figura dentro del mapa de apoyo”. Igualmente, dentro de los instrumentos de política, brillan por su ausencia los programas de colaboración con universidades”.



Abundantes esfuerzos legislativos

Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que los esfuerzos legislativos colombianos son abundantes. Se destaca la Ley Mipyme de 2000, la Ley de Formalización y Generación de Empleo de 2010 y varios decretos como el anti-trámites. También se resaltan los centros de atención empresarial creados por Confecámaras desde 2001, con el fin de simplificar trámites, uno de los grandes obstáculos de los empresarios en el país.

El informe indica que la reforma tributaria de 2012, la Ley 1607, puede tener un resultado positivo en términos de generación y formalización, en ello se disminuyeron los parafiscales.



La opinión



José Manuel Salazar
Subdirector General de Políticas de la OIT

“Los esquemas de simplificar tributos van a invitar a que más empresas se formalicen, y si lo hacen, los beneficios son más grandes”.

 

 

Andrea Carranza Garzón

*Invitada por la OIT

Tomado de: https://www.larepublica.co/6-de-10-microempresarios-en-el-pa%C3%ADs-no-tienen-condiciones-laborales_181421